Japón evalúa si otra planta de la operadora de Fukushima podrá ser reactivada
La revisión afecta a los reactores 6 y 7 de la planta atómica de Kashiwazaki-Kariwa.
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La Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) de Japón inició hoy el proceso de revisión de seguridad para evaluar si dos reactores en otra de planta de la empresa que opera la central nuclear de Fukushima pueden ser reiniciados por primera vez desde el accidente de 2011.
La revisión afecta a los reactores 6 y 7 de la planta atómica de Kashiwazaki-Kariwa, en la prefectura de Niigata (noroeste), la más grande del mundo, con una capacidad para generar 8,2 millones de kilovatios.
El regulador estatal se ha mostrado receloso con Tokyo Electric Power (TEPCO) debido a su deficiente gestión de la situación en Fukushima Daiichi, y su presidente, Shunichi Tanaka, ha advertido de que si se vuelven a producir problemas en esa planta el proceso de revisión en Kashiwazaki-Kariwa será suspendido.
La evaluación es importante para TEPCO, que ansía reiniciar operaciones en esta central para mejorar su rendimiento empresarial en un momento en el que encara las duras consecuencias de la crisis en Fukushima, a raíz de la cual ha tenido que realizar costosas importaciones de hidrocarburos para operar sus plantas térmicas.
Éstas han sido la única manera de satisfacer la demanda de su zona de servicio, que cubre la región capitalina de Japón y engloba a más de 35 millones de personas.
No obstante, la NRA ya ha adelantado que el proceso puede no desembocar en la reapertura de los reactores.
"Somos muy conscientes de que encaramos dudas en cuanto a seguridad, organización, habilidades técnicas y gestión. Esperamos una revisión estricta", explicó el gerente general de TEPCO, Takafumi Anegawa, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo al término de la primer sesión de evaluación.
Las preguntas del regulador durante esta primera sesión, que se prolongó durante unos 90 minutos, se centraron en unos filtros que TEPCO debe instalar para reducir las sustancias radiactivas en los gases que se expulsan en caso de emergencia para evitar daños en el reactor.
La instalación de estos equipos es un requisito para los reactores de agua en ebullición en Japón después de que la crisis en la central Fukushima, golpeada por el terremoto y tsunami de marzo de 2011, supusiera la emisión de una enorme cantidad de material radiactivo.
En los próximos días, la NRA analizará también la actividad de unas pequeñas fallas sísmicas que hay bajo los dos reactores, de las que TEPCO ha negado que ambas estén activas.